martes, 1 de diciembre de 2009

Maravilloso es nuestro Dios.

Después de haber pasado bastante tiempo sin escribir, por motivos tecnológicos, tenía la idea pero me faltaba ayuda, gracias a Dios mi hijo lo pudo hacer, bueno hermanos lo que a continuación les cuento es de mucha importancia para mí y espero que sea de bendición para muchos.
Estaba triste por la idea de tanta mentira, acusación y faltas que aún me ligaban a mi antigua congregación, había perdonado, declarado, repetido, pero aún estaba allí la espinita, sabía que tenía que venir algo de Dios para poder limpiarme y purificarme de esa angustia.
Le había pedido en muchísimas oportunidades a Dios que me quitara ese sentimiento que me unía, porque amaba a esa congregación pero deseaba poder seguir adelante y olvidar y se me hacía imposible.
Hasta que vino ese día maravilloso en que fui liberada, Dios me libertó, clamé a Dios y El me respondió y me libró de todos mis temores.
Por eso hermanos quiero instarles a que oren sin cesar, a que busquen a Dios, y sobretodo a tener un corazón rendido a Él, porque Él conoce todo, todo, todo y no nos abandona cuando hemos puesto nuestra confianza en Él.
Gracias Jesucristo por ser el camino para ir al Padre, por ser el mayor ejemplo a nuestras vidas en que cuando aún estabas crucificado decías: Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen. En que siendo aún pecadores, Jesucristo murió por todos nosotros, llevando El todo el pecado y la ira de Dios, para ser salvo a todo aquel que cree.
Aquí está el Salmo 51 para que medites en él, y reconozcas que toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, viene de Dios, todo, todo es para su gloria. Amén.